Si resbala y se lesiona en una propiedad que pertenece o es mantenida por otra persona, entonces el dueño de la propiedad puede ser considerado legalmente responsable. Condiciones como escaleras estrechas o piso mojado pueden hacer que alguien se resbale y se lesione. La responsabilidad también puede surgir si alguien tropieza en aceras agrietadas o desiguales, o cuando alguien se lesiona debido a la lluvia, el hielo o un peligro oculto, como un bache en el suelo.
En general, debe probar que la causa del accidente fue una "condición peligrosa" y que el dueño de la propiedad conocía o debería haber conocido la "condición peligrosa". La condición debe representar un riesgo irrazonable para una persona en la propiedad, la parte lesionada no debería haber anticipado tal condición. Y, por último, debe haber sido previsible que la negligencia del propietario creara el peligro en cuestión.